A veces los cambios suceden sin darnos cuenta, la evolución se produce sin que seamos conscientes, incluso coexisten dos hechos demostrando que tan bueno es uno como el otro, que tantas ventajas tiene uno como el otro. Me estoy refiriendo a los cambios en la formación, en concreto en la formación de los docentes y en cómo dos tipos totalmente distintos de la misma pueden ser igualmente productivos en cuanto a resultados de aprendizaje se refiere.
Esta semana he tenido la suerte de compartir el "Proyecto Juega, toca y aprende matemáticas" en Lorquí, como ponente en la modalidad de formación presencial. Una tarde muy intensa en la que compartí con grandes docentes mi experiencia en el aula.
Además, y en este caso como alumna, estoy realizando un curso E-learning. Sin tengo que elegir no sé con qué modalidad quedarme, los dos tienen muchas ventajas.
Lo que sí es cierto, es que nunca fue tan fácil aprender como en la actualidad, las ventajas que ofrecen las tecnologías son tales que es imposible resistirse a ellas. Un curso e -learning te permite colaborar, trabajar en equipo con personas que están a kilómetros de ti, pero que comparten tus mismas inquietudes. Puedes aprender leyendo, viendo vídeos, interpretando infografías... y lo mejor de todo, en el horario que tú mismo decidas.
Este curso está organizado por bloques y alterna recursos informativos con la realización de tareas. Ya hemos acabado el segundo bloque, las funciones de la tutoría, cómo comunicarnos con nuestros alumnos, cómo motivar al alumnado a seguir realizando actividades.
He podido extraer las siguientes conclusiones:
Un tutor en red debe establecer con sus alumnos líneas de conexión y comunicación a través de los foros de la plataforma o la mensajería interna.
Un tutor en red debe guiar a sus alumnos en la autoformación e intervenir en los debates desde una perspectiva pacificadora y motivadora.
Un tutor en red debe conocer muy bien los tipos de licencia que tienen las obras que cita en sus recursos y hacer referencia al autor de los mismos.
Un tutor en red también va a la "cafetería" con sus alumnos y habla de temas más distendidos que le ayuden a conocer mejor a su alumnado y así poder motivarlos. Y debe tener una identidad digital que le ayude en la difusión de contenidos.
Esta forma de trabajar, también requiere de una planificada organización de la evaluación, para ello es importante dejar la rúbrica de evaluación en cada una de las actividades que se propongan en el curso, una tarea, sin duda compleja, pero que convierte la evaluación en un acto objetivo de valoración de un trabajo. En el final de la entrada, comparto con vosotros una que he elaborado, para una tarea individual.
En definitiva, como conclusión he podido extraer que el apasionante mundo de la enseñanza también es posible dentro de los medios digitales.
Mi rúbrica de evaluación
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